¿Qué implica para el donante vivo la extracción de un riñón?

La intervención quirúrgica de extracción de un riñón se denomina nefrectomía. Las personas tenemos habitualmente dos riñones los cuales realizan conjuntamente la función de depuración renal. Cuando a una persona sana se le extrae uno de los riñones el riñón que queda va a poder asumir, en parte, el trabajo que realizaba el órgano extraído. Por ello la función renal del individuo se verá inicialmente reducida alrededor del 50% de los valores previos a la intervención. No obstante el riñón remanente presentará un proceso de adaptación paulatino que permitirá un progresivo aumento de la función renal en los meses y años siguientes.

Tener sólo un riñón no suele aumentar el riesgo de padecer una enfermedad renal crónica en el futuro, pero algunos estudios sugieren un incremento de este riesgo detectado en seguimientos a largo plazo.